Diferencia Modulada: la exposición de Radio Diferencia en Centex
Mostrando parte de nuestro trabajo radiofónico, junto con pinturas y murales hechos por Lois y Juan, como Radio Diferencia somos parte de la exhibición «Extraordinario. Imaginarios fuera de norma», organizada por el Centro de Extensión del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y disponible hasta el 30 de junio de 2023 en Sotomayor 233, Valparaíso.
La muestra, curada por Catalina Quezada, lleva por título «Diferencia Modulada: lo que no se puede decir, no se puede callar», y se encuentra abierta a todo público. Quienes asistan, encontrarán diversas grabaciones realizadas por nuestros integrantes, como también otras expresiones artísticas que se enmarcan en nuestro compromiso con la inclusión y la defensa de los derechos de personas en situación de discapacidad por causa psíquica.
La exposición se encuentra disponible para visitas entre los días martes a viernes de 10:00 y 18:00 horas, y sábados y domingos entre 11:00 y 18:00 horas.
¡Lee a continuación su reseña y mira algunas imágenes!
«Diferencia Modulada es el encuentro de voces que sueñan con ser escuchadas y comprendidas. La voz principal que acompaña esta muestra es la del grupo Radio Diferencia, plataforma que nació hace 18 años en el Hospital Psiquiátrico Del Salvador. Este grupo se propone ser una voz sin censura en la sociedad, en una búsqueda permanente hacia el equilibrio físico y psíquico, transmitiendo, desde la propia experiencia, una visión sobre las denominadas patologías mentales. Diferencia Modulada nos introduce también en el universo de la radio a través de la obra sonora Oidar, de Javiera Ovalle, desplegando los dibujos de las máquinas de comunicación imaginadas por Oscar Morales».








Las obras visuales incluidas en la muestra, realizadas por Juan y Lois, se describen a continuación:
1. Ángel bipolar. Grafito sobre muro.
Autor: Juan Valenzuela Soto (+569 9320 9579)
La imagen muestra un animal bicéfalo similar a un caballo, que presenta formas extendidas en sus extremidades. Montado sobre él, una figura humana parecida a un bufón que aparenta bailar sobre el animal. Las dos cabezas de éste representan la melancolía y la euforia como lo dos polos de la patología. Trazos a modo de red envuelven la escena.
2. Retratos. Acrílico sobre tela.
Autor: Luis Alberto González Opazo (+32 712310193)
Se trata de tres retratos, cada uno mostrando una cabeza y rostro. Se utiliza una variedad de colores para dar tonalidades y formas abstractas, pero que con el trazo del pincel dejan ver los rasgos de cada persona representada.
Discriminación arbitraria y vulneración de derechos en el Doctorado en Ciencias con mención en Química PUCV
Título completo de esta entrada: Discriminación arbitraria y vulneración de derechos en el Doctorado en Ciencias con mención en Química PUCV con el estudiante Raúl Ariz Abarca, persona en situación de discapacidad por causa psíquica, eliminado del programa en el año 2022.
Soy Raúl, una persona adulta mayor, Licenciado en Química y Profesor de
química PUCV, Diplomado en Formación de Formadores en Emprendimiento
PUCV con calificación máxima, Magister en Didáctica de las Ciencias
Experimentales PUCV, con la máxima distinción “Suma Cum Lauden” y hasta el
primer semestre del año 2022, Doctor candidato en Ciencias con mención em
Química PUCV y profesor agregado del Instituto de Química PUCV durante los
años 1994 al 2003 y 2018 al 2022.
Mi ingreso al doctorado fue en el año 2015 en la PUCV, y en general fui un
estudiante con buen promedio de notas y con el proyecto de tesis Doctoral
aprobada con éxito para su ejecución experimental durante los dos años
siguientes a la aprobación señalada, titulada:
“Desarrollo de una metodología analítica para la visualización selectiva de la
distribución y reactividad de las especies As(III), As(V), Sb(V) y Sb(III)
complejadas con moléculas de Chalconas en sistemas celulares in situ”.
Mi proyecto de tesis doctoral consistió en proponer un tipo de sensor o sonda
molecular, que tuviera la capacidad de detectar metaloides tóxicos a nivel de
trazas para el ser humano, como arsénico y antimonio, y también otros metales
tóxicos para las personas y el medio ambiente, a nivel de células de órgano
humanos. Después de generar la idea y consultar la bibliografía del conocimiento
científico acumulado hasta el momento, propuse el diseño y poner a prueba la
sonda molecular, a partir de la molécula denominada Chalcona que elegí de entre
muchas moléculas posibles para construirla, y que cumplía con las propiedades
requeridas para que funcionara, como así ocurrió a posterior en el laboratorio de
Química Analítica y Ambiental. Esta molécula señalada, cumplía con los requisitos
para su utilización como sensor molecular, y además se estaba trabajando con
ella, en el laboratorio de fotofísica y espectroscopía molecular del instituto de
química de la PUCV, pero con el propósito en la investigación de búsqueda de
propiedades anticancerígenas en células animales y humanas. Y la sonda
molecular funcionó en el laboratorio en sintético, para detectar, especies de
arsénico y antimonio y cationes metálicos de hierro y cobre a nivel de trazas, a
muy bajísima concentración en soluciones acuosas, mezclas acuosas orgánicas y
orgánicas, bajo condiciones experimentales de pH y que la molécula emite
fluorescencia bajo la acción de luz ultravioleta, manifestándose un notable cambio
en la coloración de la solución, señal que la molécula Chalcona detectó la
presencia de las especies metaloides y catiónicas metálicas al lograr unirse entre
si y formar el complejo de la sonda molecular.
Este sensor molecular, resulta para su utilización, ser un medio de muy bajo costo
económico, de fácil aplicación y rapidez en el procedimiento, no requiere de
instrumental costoso y sofisticado, se puede usar en contextos difíciles y alejados
de los centros urbanos, donde no hay acceso a laboratorios u hospitales y
finalmente, no destruye la muestra.
Lo que sucedió en el primer y segundo año de la etapa experimental de mi tesis
doctoral, en donde fui evaluado en el avance de la tesis, es que ocurrió en el año
2019, el estallido social de octubre, luego vino la pandemia del COVID-19 que
azoló a la humanidad, con la universidad cerrada la mayor parte de los 2020 y
2021 y cuando se abrió ésta, yo no podía ir a trabajar al laboratorio porque la
autoridad universitaria no me permitía ingresar al plantel, por mi edad y
enfermedades de base que tengo en la actualidad, y los laboratorios comerciales
de insumos y reactivos químicos del país estaban desabastecidos de ellos,
producto de las situaciones mencionadas y yo no tenía los reactivos químicos
necesarios oportunamente para trabajar con ellos, y cuando regresé al laboratorio
el segundo semestre del año 2021, solo logré conseguir un solo tipo de líquido
solvente y un reactivo químico alternativo al que yo necesitaba desde un principio
para probar la sonda molecular, y con eso trabajé de la mejor manera que fue
posible, y cabe destacar que recién a mediados noviembre del año señalado,
llegaron el 95% de los reactivos solicitados para para trabajar en el laboratorio, y
yo tenia que rendir la evaluación del avance de tesis en diciembre con escasos
resultados obtenidos hasta esa fecha, y además por otro lado, yo viví con mis dos
padres a quienes cuidé hasta el final de sus días, y es esta situación mi madre
con Alzheimer y en calidad de postración enfermó gravemente y falleció en
diciembre de 2021 y fue sepultada en la navidad de la fecha indicada. Y así, por
otras razones de la universidad, fui evaluado por la comisión de académicos del
instituto de química en marzo del 2022, designada para la evaluación del avance
de la tesis doctoral, y como yo no pude tener los 5 objetivos específicos que
propuse, pues solo pude concretar casi dos de ellos que resultaron los mas
importantes porque demostraron que la sonda molecular funcionó en sintético y no
hay reportes en la literatura científica que este hallazgo se haya hecho antes; sin
embargo los académicos de la comisión no escucharon mi razones por las cuales
no obtuve todos los objetivos específicos propuestos y finalmente determinaron
reprobarme, lo que significó mi eliminación del programa de doctorado del instituto
de química de la PUCV. Y lo grave de esta situación, es que no se respetaron mis
derechos como estudiante persona en situación de discapacidad por causa
psíquica, con carné de discapacidad reconocido por el Compín medicamente y por
el registro civil de nuestro país.
La universidad estaba en antecedentes de mi discapacidad psiquiátrica, desde mis
comienzos como estudiante de pre y post grado en la PUCV e igual procedieron
en forma discriminatoria y arbitraria con mi persona, y la vulneración de mis
derechos en éste sentido es evidente, pues la ley N° 21.091 sobre educación superior, cuyo artículo 2 letra e) dispone que “El Sistema de Educación
Superior se inspira (entre otros) en el principio de Inclusión, disponiendo
que El Sistema promoverá la inclusión de los estudiantes en las
instituciones de educación superior, velando por la eliminación y prohibición
de todas las formas de discriminación arbitraria. En este sentido, el Sistema
promoverá la realización de ajustes razonables para permitir la inclusión de
personas con discapacidad”. Al respecto, a mí nunca se me han dado
facilidades en mis estudios tanto de pre y post grado en la PUCV y siempre me he
batido como todos los estudiantes sin diagnostico psiquiátrico, en la universidad.
Así, por lo tanto, denuncié mi caso a la contraloría General de la República y
después de dos meses respondió que no tenia las competencias para fiscalizar
una institución privada como la PUCV y derivó el caso a la Superintendencia de
Educación Superior Institución que respondió también dos meses después
cerrando el caso sin mediación ni fallo, e instándome a realizar la denuncia en
tribunales civiles del país. Al respecto, afirmo que el actuar del contralor fue de
una acción negligente, pues estimo que escuchó la versión de la universidad sin
considerar la mía, y no procedió a efectuar la fiscalización que ameritaba mi
situación en el Doctorado, esta situación ocurrió en el segundo semestre del 2022.
Por mi parte, dada las situaciones anteriores indicadas, yo insistí en mi denuncia
al Servicio nacional de la Discapacidad, Senadis, y la Corporación de Asistencia
Judicial de Valparaíso, Cajval, quienes me encontraron la razón del caso, y
solicitaron a través de la abogada de Cajval, una entrevista con el actual rector de
la PUCV y también supuestamente conmigo, con los abogados de la PUCV en
representación de la universidad, y después de muchos meses, la abogada de
Cavjal y Senadis estimo, negociaron mi caso pero a espaldas mías porque no fui
considerado en ello. Al final, me enteré en un escueto comunicado de Senadis,
que lo que se negoció o algo así, es que esta Institución a raíz de mi caso, dará
una capacitación a todos los académicos del instituto de Química de la PUCV que
no se si será extensiva a toda la universidad, en salud Mental y Discapacidad y
tampoco sé por cuanto tiempo. Yo había solicitado, estar presente en las
reuniones con la universidad y las otras instituciones mencionadas como una
forma de saber la respuesta de ella como forma de reparación a mi persona y que
escucharan y dieran curso a mis peticiones por la arbitraria discriminación y
vulneración de la ley en mis derechos como persona estudiante psiquiátrico. [Así,
aunque considero que tal vez se haya logrado algo con la PUCV, pero que no
se si tendrá algún efecto en el actuar de los académicos en el futuro, porque
es algo así como las famosas clases de ética realizadas a ciertos
parlamentarios que cometieron delitos en el ámbito económico en el país,] el
Senadis y el Cavjal continúan con prácticas indeseadas con los pacientes
psiquiátricos que da la impresión de que no somos sujetos plenos de derechos
como todas las personas por la forma como estas instituciones procedieron
conmigo.
Finalmente, intenté dar a conocer mi caso en varios medios de comunicación
importantes del país, pero no fui escuchado, porque no les interesamos como
personas en situación de discapacidad por causa psíquica, e inclusive en aquellos
medios que dicen defender y denunciar la vulneración de derechos de las
personas, pero sí, aquí por este medio lo he hecho y es la radio Diferencia ONG,
una ventana abierta al país y al mundo, cuyo lema es “Ser voz de los sin voz”, y
en alguna parte de la sociedad resonará mi caso, para que nunca más se vuelva a
repetir con otra persona estudiante psiquiátrico, en las universidades del país.
Raúl Ariz Abarca
Profesor y Licenciado en Química PUCV
Diplomado en Formación de Formadores en Emprendimiento PUCV
Magister en Didáctica de las Ciencias experimentales PUCV
Doctor Candidato en Ciencias con Mención en Química PUCV.
Presidente subrogante de la radio Diferencia ONG de Valparaíso.
www.laradiodiferencia.cl
Comentario de un relato vivido en 1982
Por Raúl Áriz
En éste preciso instante escucho a Mozart, su música me hace sentirme mejor, y a propósito de lo mismo quiero contarles una anécdota que viví hace 40 años atrás, como a finales del año 1982 o principios de 1983.
El asunto es que había pasado un tiempo desde que fui de la mano de mi querida madre a ver al primer médico psiquiatra después de vivir un infierno en vida durante dos años encerrado en mi pieza, mientras mi cerebro descontrolado por la enfermedad sin tratamiento me arrojaba los síntomas propios de la locura, previo, tal como lo digo, a haber llegado dos años antes por mis propios medios a Valparaíso desde otra ciudad del país en donde estudiaba en la universidad, en la cual estuve cuatro años.
En el último año estaba completamente trastornado sin que nadie me ayudara, abandonado a mi suerte, pero al final pude volver a mi casa, gracias a la ayuda de una mano generosa de una mujer que me conocía de antes y me ayudó con lo necesario, y a quién le dejé el corazón roto. Sólo al final, en un momento de un chispazo de lucidez, me di cuenta de lo que ella había sentido por mí, pero casi siempre en ese tiempo estaba yo en estado de locura.
Y bueno, después del diagnóstico médico del psiquiatra y del tratamiento terapéutico y farmacológico que me dio, pude con mucha dificultad volver a controlar y manejar la enfermedad en términos razonables. Y entonces, mucho tiempo después, me atreví con miedo a salir a caminar y recorrer la cuidad de Valparaíso, y un día decidí ir a recorrer la ciudad de Viña del Mar. Lo hice, tomé una micro y me bajé en el centro. Y en eso estaba cuando llego a una galería comercial parecida a las que hay ahora por todos lados, y me encuentro con una tienda de música y de artículos electrónicos, y para mi gran sorpresa veo en la vitrina del lugar, la venta de una caja de 100 CD-ROM con las principales obras musicales de Mozart. Y considerando que él escribió alrededor de 6oo composiciones, todas obras maestras, sin pensarlo dos veces y con el corazón latiendo a full, me atreví venciendo mi temor a preguntar, a entrar a la tienda.
Dentro de ella no había casi nadie, creo que estaban los dependientes conversando al fondo del recinto y ahí me quedé esperando que alguno me atendiera, pero pasó mucho rato y no venía nadie, y yo seguí esperando y no pasaba absolutamente nada. Y después de mucho rato de estar ahí, y como no me iba, uno de los funcionarios de la tienda me preguntó que quería, y yo muy nervioso le pregunto por la caja de los CD de música y cuánto era su valor, y me dijo vale $100.000, lo que para ese tiempo era mucho dinero. Entonces pensé como resolver la situación si no tenía un peso en los bolsillos, y se me ocurre preguntarle “¿Lo puedo pagar en cuotas?”, y el vendedor me queda mirando molesto, no me responde nada y se va al fondo de la tienda a proseguir su conversación con sus colegas.
Yo quedé perplejo, sin atinar, sintiéndome mal y culpable de haber dicho algo malo, hasta que me di media vuelta muy triste, abatido, con la cabeza gacha y los hombros y brazos caídos y me fui. Lo que hice finalmente fue regresar a mi hogar y no salir a ningún lugar por mucho tiempo intentando superar lo vivido en aquel entonces.
Hoy la tecnología ha avanzado y se ha desarrollado mucho, y además con el tiempo se creó la poderosa herramienta de internet que antes no existía, y por lo tanto hoy escucho a Mozart y los grandes maestros de la música de todos los tiempos a través de los canales de las plataformas YouTube, Spotify y las radios de la USM y Beethoven, que me brindan momentos de felicidad apreciando la belleza que tiene esta música siempre.