Comentario sobre Pablo de Rokha Poeta Premio Nacional de Literatura de Chile 1965

“Pablo de Rokha” Juvaso (Juan Valenzuela Soto) Óleo sobre lienzo 90×75 cms.
Hoy quiero comentar en forma de sugerencia, la lectura de la biografía y obra poética del gran poeta Pablo de Rokha, premio nacional de literatura del año 1965. Su poesía, es disruptiva, rebelde, iconoclasta, terrible, irónica expresa mucha fuerza, políticamente contestataria al sistema político, social y económico imperante en la sociedad, un poeta maldito.
En lo personal, lo prefiero como poeta que ha Neruda, por la gran fuerza vital que expresa en su poesía. Sus biógrafos dan cuenta de algunas anécdotas de su vida, como fue su expulsión del colegio religioso del sur en donde estudiaba, por ser ateo y se realizó un acto de la expulsión del estudiante poeta en el establecimiento señalado, con sus compañeros de curso formando dos filas a cada lado haciéndolo pasar por el centro todos escupiéndoles al rostro. Así también el poeta menciona que secuestró de la casa de los padres a quién sería su esposa, por la oposición de parte de ellos al matrimonio de ambos, para él posteriormente casarse con ella. Otro hecho del poeta que hizo en su vida fue que el dinero del premio nacional de literatura que ganó, se lo bebió y comió todo en celebración con sus amigos, quedándose sin un eso en los bolsillos.
El poeta hacía difusión de su obra poética a través de la venta puerta a puerta de sus propios libros que confeccionaba a mano en un laborioso trabajo de encuadernación. Finalmente, él se pegó un tiro suicidándose después de la muerte de su esposa y de un hijo. Por último, recomiendo, para conocer el estilo de su poesía, leer o escuchar a la banda de música chilena “8 Bolas” en donde el poeta recita con su propia voz con el acompañamiento musical de la banda mencionada, la cual se puede encontrar a través del internet, y el poema se titula “Canto del Macho Anciano” que expresa una gran profundidad de la existencia humana con la fuerza vital de su declamación.
Raúl Ariz abarca socio de la Radio Diferencia ONG.
Seis años con Tina

“Tina”, la niña neandertal de 6 años con síndrome de Down que demuestra que la compasión y los cuidados nos ayudaron a evolucionar como especie.
“Hoy existe una idea muy cerril del altruismo, hay quien lo ve como un derecho adquirido e inalienable de los débiles, como si hubiera existido siempre; pero no es un derecho, es una condición humana y una conquista que se revalida en cada corazón de hombre”, escribe Gonzalo Núñez en ethic.
Hoy en mis lecturas me he encontrado con estos artículos de la revista española ethic y de la BBC mundo, que me hace pensar con esperanza en lo mejor de nuestra condición humana y que no todo está perdido aún para nuestra especie que como colectividad hemos construido el mundo que nos constituye humanos a pesar de que hemos perdido el rumbo como sociedad en el tiempo.
Siempre me ha conmovido como nuestros ancestros Neandertales extinguidos hace más de 40.000 años, en los grupos de ellos que formaban, compartían características propias de nuestra especie humana, como la empatía, la solidaridad, la compasión y el altruismo. Ellos despedían y honraban a sus muertos en sus ritos funerarios pues se han encontrado hallazgos de muestras de polen provenientes de las flores que les dejaban a sus seres queridos fallecidos, en sus sepulturas en el suelo, así también se han hallado restos óseos de una persona Neandertal adulta con discapacidad física muy notoria,
entonces tal como lo plantea el autor del artículo de la revista ethic y como publica en otro artículo la BBC mundo, al referirse a una niña Neandertal con síndrome de Down “Tina” diciéndonos en base a la evidencia científica encontrada de sus restos óseos en una caverna al sur de una zona costera de España, que ella vivió 6 años de vida gracias a que su familia, los aptos de ella, la cuidaron, protegieron, dándole la oportunidad de vivir, pese a lo difícil que resultaba para ese grupo humano, el tiempo de dedicación para que sobreviviera para ella y su madre en esas complicadas condiciones imperantes de vida para el grupo de cazadores recolectores de alimentos de la naturaleza.
Ellos consideraban el bienestar de la persona discapacitada del grupo, no la dejaban morir, porque era parte de sus naturalezas altruistas y compasivas, una condición humana anidada en el corazón y en los genes que los hacía mejores individuos, como familia y colectividad grupal. Hoy es necesaria reconocer esta condición innata de nuestra especie humana en medio de lo que ocurre con los seres humanos vulnerables psíquica y físicamente en la sociedad actual para torcer el destino de ella.
https://www.bbc.com/mundo/articles/cye09r606xno
Raúl Ariz Abarca presidente subrogante de la Radio Diferencia ONG.